Clamidia "infección silente o silenciosa"

La infección de transmisión sexual “ITS”, causada por una bacteria y reportada con mayor frecuencia en los Estados Unidos, es la Chlamydia trachomatis. Tanto los hombres como las mujeres pueden tenerla. Esta “ITS” es popularmente conocida por clamidia, este término proviene del griego, khlamýs / khlamýdös, que quiere decir “capa” o “encapotado”. Según la Organización Mundial de la Salud “OMS”, cada año en el mundo aproximadamente 90 millones de personas contraen esta “ITS”.

La clamidia se puede transmitir por contacto sexual con sangre, semen y flujo vaginal, al tener relaciones por vía vaginal, anal u oral, sin protección. También se puede transmitir de madre a hijo al pasar por el canal de parto y desarrollar infección ocular y respiratoria por clamidia. Además puede afectar los ojos y la garganta. Esta bacteria puede causar daños irreversibles en el aparato reproductor femenino y masculino.

La clamidia se conoce como la enfermedad "silente o silenciosa", porque la mayoría de las personas no presentan síntomas y continúan la cadena de transmisión al tener relaciones sexuales desprotegidas, sin el uso del preservativo. Toda persona sexualmente activa puede contraer la infección por clamidia.

De acuerdo a fuente consultada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). Cuando se manifiestan, los síntomas aparecen generalmente entre 1 y 3 semanas después de adquirir la bacteria.

En las mujeres, la bacteria infecta inicialmente el cuello uterino y la uretra (el conducto urinario). Las mujeres podrían presentar flujo vaginal anormal o una sensación de ardor al orinar. Algunas mujeres siguen sin tener signos ni síntomas aun cuando la infección se propague del cuello uterino a las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero); otras mujeres presentan dolor en la parte inferior del vientre, dolor de espalda, náusea, fiebre, dolor durante las relaciones sexuales o sangrado entre los períodos menstruales.

Los hombres podrían presentar secreción del pene o una sensación de ardor al orinar; también pueden sufrir de ardor y picazón alrededor de la abertura del pene. El dolor y la inflamación de los testículos es poco frecuente.

Los hombres y mujeres que tienen relaciones sexuales con penetración anal pueden contraer la infección clamidial en el recto, lo cual puede causar dolor al defecar, secreciones o sangrado en el recto, dolor o ardor anal. La infección por clamidia también puede presentarse en la garganta de las mujeres y hombres que han tenido relaciones sexuales orales con una pareja infectada, pudiendo presentar: Ardor en boca y lengua, Dolor de garganta, Ulceras en la boca. Entre mayor número de parejas sexuales tenga la persona, mayor es el riesgo de contraer la clamidia y otras "ITS" incluyendo el Virus de Inmunodeficiencia Humana “VIH”.

En la mujer, si no se trata la clamidia trachomatis puede propiciar complicaciones serias, como inflamación pélvicas, embarazo ectópico, partos prematuros, aborto, nacimiento de bebé con bajo peso. La infertilidad se puede presentar en ambos sexo.

Según las directrices de los “CDC” todas las mujeres sexualmente activas de 25 años de edad o menos y las mujeres de más edad con factores de riesgo de infecciones clamidiales, deben hacerse la prueba anual. Además recomiendan a todas las mujeres embarazadas que se hagan la prueba para detectar clamidia. También los “CDC” recomiendan que los hombres que hayan tenido sexo anal receptivo se sometan a un examen de rutina de detección de clamidia rectal y gonorrea, independientemente de haber reportado el uso de condón.

Abstenerse del contacto sexual o tener relaciones sexuales con una pareja que no tenga la infección es una forma de evitar la clamidia. Si piensa que tiene la infección deje de tener relaciones íntimas, informe a todas sus parejas sexuales, actuales y anteriores, es posible que tengan la bacteria. No se debe reiniciar la actividad sexual hasta que todas las parejas sexuales hayan sido examinadas y en caso de ser necesario, hayan recibido tratamiento.

Tu proveedor de cuidados de salud te informara cuando te ha curado. Los condones de látex, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la clamidia y otras “ITS” incluyendo el “VIH”.

Luis Rodríguez, trabaja en Prevención de VIH y el sida para el Spanish Community Center-Shore AHEC en Atlantic City, New Jersey

Muerte súbita del lactante:


Es posible que alguna vez haya escuchado hablar sobre el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SIDS, por su siga en inglés).

Aún no se ha determinado las causas por las que los recién nacidos, aparentemente saludables, mueren. Sin embargo, en los últimos años la aplicación de las siguientes sugerencias ha reducido notablemente la tasa de mortalidad entre los recién nacidos, en muchos países.

En Estados Unidos, mueren por esta causa aproximadamente 2,600 bebés al año. Algunos corren un riesgo mayor que otros, así por ejemplo la incidencia de “SIDS” es mayor en bebé de uno a cuatro meses de vida y es más frecuente en los niños que en las niñas. Otro aspecto destacable es que la mayoría de las muertes se producen durante otoño, el invierno y los primeros meses de la primavera.

El SIDS implica la muerte repentina e inexplicable de un bebé que puede tener hasta un año de vida. También se le conoce como “muerte en la cuna”, dado a que se produce cuando el bebé está durmiendo en su cuna. Sin embargo, la mayoría de los casos, el bebé parece saludable.

Causas del síndrome: todavía se desconocen las causas de todos los casos de SIDS, por ellos se están conduciendo numerosas investigaciones para establecerlas.

Existen algunos factores que hacen que los bebés sean más vulnerables a este síndrome, tales como:

• Anomalías cerebrales o eventos después del nacimiento.
• Falta de oxigeno.
• Absorción excesiva de dióxido de carbono.
• Exceso de calor o una infección.
• Problemas del sistema inmune; trastornos metabólicos; entre otras cosas.

Quienes corren riesgo de sufrir el SIDS:

• los bebés que duermen boca abajo.
• Los bebés que duermen en superficie blandas con sabanas sueltas y cubiertos con muchas frazadas.
• Los bebés que comparten la cama con otros niños.
• Aquellos cuyas madres fuman durante el embarazo (tiene una probabilidad tres veces mayor de tener un bebé con SIDS) o lo expuestos al humo pasivo de los fumadores de la casa (la madres, el padres y demás personas), frente a lo que aumenta al doble el riesgo de sufrir SIDS.
• Los bebés cuyas madres sean menores de 20 años al momento de su primer embarazo, o que no recibieron cuidados prenatales o en los que los mismos fueron tardíos.
• Asimismo, corren riesgo los prematuros o los bebés con bajo peso al nacer.

Reduzca el riesgo de que su bebé padezca el SIDS: para ello tenga en cuenta el cuidado prenatal.

• Poner al bebé a dormir boca arriba, aun durante la siesta y usar otras posiciones solo bajo recomendaciones médicas.
• Acostar al bebé en un colchón firme en una cuna cuya seguridad este aprobada y con ropa de cama adecuada.
• No dejar nada esponjoso o suelto en la cuna
• Controlar la temperatura para que el bebé no tenga ni demasiado frío no demasiado calor.
• Asegurarse de que nada tape la cabeza o la cara del bebé mientras duerme.
• No permitir que fumen cerca del bebé.
• Cumplir la lista de controles pediátricos.
• Evitar dormir con el bebé en la misma cama.


Luis Rodríguez, trabaja en Prevención de VIH y sida para el Spanish Community Center-Shore AHEC en Atlantic City, New Jersey


Publicado en: "Nuestra Comunidad Newspaper", New Jersey, Viernes 16 de Marzo 2007.

Los “antojos” de las mujeres embarazadas


Durante el periodo de gestación, las mujeres embarazadas atraviesan por numerosos cambios, no sólo físicos sino también hormonales y psicológicos. De hecho, en la primera etapa del embarazo, muchas veces no saben si ingieren alimentos por necesidad o por antojo, actos entre los que existe una gran diferencia, y reconocerlos es muy importante.

Lo cierto es que cualquier persona puede experimentar repentinas ganas de comer algo en particular, con lo cual se demuestra que los “antojos” no son exclusivos de las embarazadas, aunque es frecuente, probablemente debido a que algunas mujeres solo logran ocupar el centro de la atracción durante sus embarazos.

Durante el embarazo no solamente aparecen los antojos relacionados con deseos imperiosos de ingerir alimentos, sino también los vinculados con los sentimientos, los que están asociados con los cambios hormonales que modifican las conductas emocionales de la mujer.

Con cierta frecuencia, la futura mamá experimenta cambios en sus gustos por la comida que serán transitorios, y que se relacionan con variaciones de la sensibilidad gustativa, hasta tal punto que puede encontrar desagradable el sabor u olor de algunos alimentos que solía adorar comer antes del embarazo, como las grasas, los alimentos fritos, el café, entre otros.

También sucede que muchas comidas que no eran del agrado de la embarazada, se transforman en el mejor y más rico alimento, llegando a aflorar el deseo de comerlos en cualquier momento.

Las apetencias acentuadas no tienen la menor importancia, siempre y cuando no afecten a la buena alimentación durante la gestación. El peligro de estos “antojos”, radica en la posibilidad de comer demasiado y aumentar desproporcionadamente de peso. El riesgo del antojo, entonces, es que pueda conducir a una desequilibrada nutrición y afectar la salud del recién nacido.

En consecuencia para soslayar dificultades que pueden ser evitables durante el embarazo, se recomienda lo siguiente:

• Recordar que algunas veces, lo que usted mas desea comer podría no ser lo más nutritivo durante el embarazo, para usted y para el bebé. Necesita constar con el apoyo de la pareja, para no caer en tentaciones dañinas, siendo ese apoyo la mejor forma de demostrar amor y comprensión Por parte del futuro padre.

• Si se le antoja un chocolate, algún dulce o pastel, ingerir una pequeña porción es suficiente. No es necesario acabar con todo lo que nos ofrezcan ya que tienen un alto valor calórico. “Ojo con este antojo”.

• No comer cuando esta mirando la televisión o si está trabajando en la computadora. Puede perder la cuenta de lo que ha ingerido y podría estar comiendo en exceso.

• Cuando sienta que caerá en la tentación, es recomendable estar activa para que no tener tiempo para pensar en comida que casi siempre no es la menos nutritiva.

• No salir a comprar alimentos cuando siente hambre para, de ese modo, evitar comprar los productos de antojo, los que en su mayoría no suelen ser los más sanos.

Luis Rodríguez, Medico Diplomado en Medicina Familiar en la República Dominicana, Actualmente trabaja en Prevención de VIH/SIDA Para el Spanish Community Center-Shore AHEC en Atlantic City.


Publicado en el periódico: "Nuestra Comunidad del Sur de New Jersey" Viernes 4 de Enero de 2008